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LUNES 17-12-2018- PRIMER DÍA
Alrededor de las 4 de la tarde salimos hacia Málaga rumbo al aeropuerto con muchos nervios y emociones variadas en el autobús.
Cuando llegamos al aeropuerto e hìcimos el embarque, algunos se impresionaron porque al llevar algunos lìquidos les hicieron un registro exhaustivo.
Lo mejor llegó al subir al avión, ya que a los que no habían volado nunca les entraron unos sudores muy malos y les cambió el color de la cara. Tuvimos un vuelo con turbulencias y en el aviòn con nosotros iba un grupo de estudiantes que regresaban a Roma.
Nosotros estábamos situados en la cola del aviòn y, sin lugar a dudas, nuestros alumnos eran los más alegres y ruidosos. Al aterrizar todos aplaudieron de la alegría que tenían de estar en tierra.
El autobús, que nos esperaba en la puerta del aeropuerto, nos trajo al hotel San Marco, muy bien situado y que tiene enfrente el hotel Canadá. Las habitaciones estupendas y limpias y el buffet muy generoso y variado.
Los alumnos/as se han portado fenomenal y, como estaban rendidos, a las 3 y pico cayeron los más resistentes.
MARTES 18 DE DICIEMBRE-SEGUNDO DÍA
Tras desayunar y reunirnos todos, a las 10:30 iniciamos el recorrido a pie hacia el Coliseo, seguido por la visita al Foro Romano, el Palatino y el Arco de Constantino.
Los alumnos y alumnas estaban ilusionados y sorprendidos por lo bellos, impresionantes y llenos de Historia que son los lugares visitados.
El maestro Rafael encabezaba el grupo haciendo de guía y Lourdes lo cerraba con un paraguas colorado que llevaba con el fin de avisarnos para juntarnos; también nos dimos cuenta de que esto hacía que muchos de los espontáneos no nos dieran la lata.
Sobre las 3 de la tarde paramos a comer en una pizzería trattoria. Con el estómago lleno y los ánimos renovados nos vamos para S Pietro in Vincoli, donde los alumnos quedaron impresionados por el Moisés de Miguel Angel. Después fuimos hacia la Fontana de Trevi, donde habia mucha gente y está verdaderamente bonita la Fontana y los alrededores con su decoración navideña.
Probamos un helado italiano y volvimos hacia el hotel andando.
Algunos alumnos están cansadísimos porque hemos llegado al hotel a las 8, después de estar todo el día fuera, otros todavía con sus pilas Duracell siguen con su buen humor y mucha energia.
Son las 9 de la noche y dentro de un rato cenaremos y a dormir que mañana hay que madrugar para ir al Vaticano.
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