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PARQUE NACIONAL DE ORDESA Y MONTE PERDIDO-HUESCA
En el Hotel de los Horrores de Jaca la desaparición de Noelia García y Marta Cabrera era todo un misterio. Habían desayunado con el resto del grupo pero, a la hora de salir, sus dos asientos del autobús estaban vacíos, no respondían al teléfono y, supuestamente, ya no quedaba nadie en el hotel. La preocupación iba en aumento aunque rápidamente se desveló el misterio: los breves minutos que tenían para recoger las maletas les había hecho caer en un profundo sueño interrumpido por los golpes que Sonia da a la puerta. Su llegada al autobús es recibida entre aplausos y bromas por los compañeros de ruta.
Ahora sí, rumbo al Parque Nacional de Ordena y Monte Perdido, muchos aprovechan la hora y media de trayecto para seguir durmiendo pues el madrugón de hoy ha sido considerable.
Iniciamos el senderismo de 8 km. por el valle glacial de paredes verticales ubicado en el Pirineo de Huesca. Los alumnos, liberados del cuaderno y anotaciones, solo tiene encomendada la tarea de disfrutar del paisaje mientras caminan y de escuchar en silencio la naturaleza. A nuestro paso sólo se oye el crujir de las hojas secas bajo nuestros pies, el discurrir del agua y el canto de los pájaros; todo un "locus amoenus" que no tarda ni TRES MINUTOS en ser interrumpido. Todos quieren comentar la noche anterior y empiezan a hacerse visibles los detalles de la convivencia de estos días, las manías y costumbres de los que comparten habitación:
- "Profesora, cuando se despierta Marta no se puede dar la luz"
- Yo anoche vi pelusas bajo la cama -dice María.
Todos quieren hablar a la vez y van levantando el tono:
- "Yasmina es un poco lenta en la ducha" -afirma Paula entre risas de amigas que lo están pasando bien.
Mario Moro nos cuenta que lo peor son los turnos de baño; pasar a este después de alguno es lo más arriesgado de toda la ruta.
Nuestro caminar discurre entre bromas de las que no nos salvamos ni los profesores, el valle recorrido por el río Arazas y cascadas de aguas cristalinas como las de "Cola de caballo".
Al final del senderismo el valle se convierte en un laboratorio de Química y comienzan a realizar -de la mano de Sonia y Pedro- distintos experimentos para calcular la dureza del agua, medir el PH, el índice de turbidez de oxígeno. Estos experimentos pasan de mano en mano en un aula improvisada de fríos escalones de piedra en pleno valle glacial. ¿Aquí nadie se acuerda de que no funciona la calefacción?






